viernes, 21 de enero de 2011

Tiempo de descanso. pero no de ocio, recargar energía sin dejar de hacer, principalmente aquello que nos reconforta el alma y que, casi siempre, en
la mayoría de los casos, tiene que ver con el arte.
Quienes escribimos o aquellos que pintan, cantan, bailan, actúan... Estamos estrechamente ligados con disciplinas que enaltecen el espíritu, los
sentimientos, la vida... En el verano hay que aprovechar para rearmar
nuestras "mochilas" aspirar profundo el cálido aire para reemprender un
nuevo ciclo que nos llevará hacia los caminos trazados.
Debemos mantener nuestros objetivos, sin dejar de trabajar, para que
ellos se cumplan y logremos así que las aristas de la vida nos lastimen
menos a la hora de retomar activamente, nuestro quehacer artístico.