lunes, 14 de febrero de 2011

I Certamen de Poesía - Miguel Hernández 1910-2010

I Certamen de Poesía
Miguel Hernández 1910-2010
ArtGerust
Madrid - España

José Antequera y Cristina Aráoz
Entre casi 1000 participantes
fueron seleccionadas para editar en Madrid, España,
una antología internacional de 100 poesías.

José Antequera :
Pseudónimo : alegkghem
Autor residente en Mar del Plata y tallerista
virtual del Taller Literario: "Entre todos".

Cristina Araoz :
Pseudónimo Crismar
Coordinadora del taller Virtual “Entre todos”
Seleccionaron mi trabajo poético.

Entre casi 1000 participantes del
Certamen de Poesía Miguel Hernández 1910-2010,

Fue premiada con el 1er. premio
y la edición sin costo de su libro el poema:
"Un despreciado corazón"
De Beatriz Ayala
el pseudónimo de su autora es beatrix

Ésta ha sido una gran alegría ya que
me comunicaron lo siguiente:

"Elegir 100 poesías, ha sido una tarea muy complicada
y en esta recopilación hemos pretendido
lograr una recopilación atractiva,
de gran calidad y lo más rigurosa posible.
Los requisitos fueron:
Comenzar con un verso de
Miguel de Hernández
y máximo 20 versos".


Poema seleccionado para la antología de
José Antequera
Seudónimo: alekgdhem

Lo Interior

Bajo tu piel avanzo, y es sangre la distancia.
Interior, maldigo por el río de la obsesión.
Te busco bajo la lluvia de otros mundos.
Una barca a la deriva que vaya hacia tí.

Cada día quiero ser la calle y la luz.
De nadie a la que te asomas.
Sobre tus manos lavadas por otros,
caigo cada noche sobre tu lecho.
después de los vientos y los trenes.
Soledad,vahos de un silencio en vano.
Lo interior, penumbras en penumbras,
Hasta que no veo tu rostro,
ni huelo tu respiración.

Mi poesía seleccionada con el pseudónimo:
crismar es:

“La noche toda llena de agujeros”
"…La noche toda llena de agujeros”…
Miguel Hernández
“La noche toda llena de agüjeros”
por donde escapan cautivas estrellas
para alentar las ansias quietas en la espera.
Por el lomo del bravío verde mar
con timidez, la luna despliega
y derrama, generosa, perdigones de plata.
Ella también, abriga sus deseos…
Cuando uno a uno, la luz vaya cerrando
esos huecos profundos de horas yertas
habrá de risas y llantos, un jolgorio
confundiendo el febril abrazo de la entrega.
Será, otra vez el tiempo en que la dicha
se recueste en la noche,
en la noche, la luna y las estrellas…